De mica en mica...

De mica en mica...
Xerrades-Tallers-Espais familiars-Orientació per educadors ,educadores i persones vinculades amb l'àmbit de la infància i l'adolescència.

martes, 11 de diciembre de 2012

Temps de llegir...Imaginació i creativitat .


"Si es cierto que todos venimos de la infancia y si está demostrado que lo que  se construye en esos años incide en la calidad de vida, en las oportunidades educativas y, por consiguiente, en el desarrollo individual y social de cada persona, 'dar de leer' a los más pequeños puede contribuir a construir un mundo más equitativo y a brindar a todos las mismas oportunidades de acceso al conocimiento y a la expresión desde el comienzo de la vida.
No fomentamos la lectura para exhibir bebés superdotados sino para garantizar, en igualdad de condiciones, el derecho de todo ser humano a ser sujeto de lenguaje: a transformarse y transformar el mundo y a ejercer las posibilidades que otorgan el pensamiento, la creatividad y la imaginación".

–Yolanda Reyes, escritora y directora de Espantapájaros Taller
Tomado de: "La casa imaginaria. Lectura y literatura en la primera infancia" (Colección Catalejo, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2007)
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domingo, 28 de octubre de 2012

Temps de construir ponts...



És encoratjador trobar-se amb persones que realitzen aquesta tasca dins del marc d'un projecte i poder oferir eines i recursos als educadors i les educadores dels més menuts.

Vet aqui una resposta de la Verónica Bronstein (directora)
"-Treballeu amb adults, però us adreceu a infants...
-Vam començar a treballar amb adults perquè enteníem que si interveníem en la formació dels adults i dels agents socials que treballen amb infants, els nens es beneficiarien més que si fèiem una activitat per a nens d’una hora de durada. Si fas una activitat de formació destinada a 30 professors, això arribarà a centenars de nens. "

Temps de compartir amb les educadores de les escoles bressol























El món emocional dels infants.


Una trobada de formació i intercanvi que" trascendeix les fronteres" i arriba a les educadores de les escoles bressol de Reus de la mà de  Mariana Salvi i Verónica Bronstein (Institut de la Infància
Amb l'objectiu, entre uns altres d' oferir un espai de divulgació sobre aspectes del creixement i desenvolupament dels infants en els primers anys de vida , així com la interrelació del nen amb la societat en la qual creix.

Un encuentro de formación e intercambio que "trasciende las fronteras " y llega a las educadoras de las EBM de Reus de la mano de Verónica Bronstein del Institut de la Infancia y 
Mariana Salvi. Con el objetivo entre otros, de ofrecer un espacio de divulgación sobre aspectos del crecimiento y el desarrollo de los infantes en los primeros años de vida, así como la interrelación del niño con la sociedad en la que crece.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Las pequeñas virtudes




En relación con la educación de los hijos, pienso que se les debe enseñar, no las pequeñas virtudes, sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia respecto al dinero; no la prudencia, sino el valor y el desprecio del peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor a la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo del éxito, sino el dese o de ser y de saber. Solemos hacer, sin embargo, lo contrario: nos apresuramos a enseñar el respeto por las pequeñas virtudes, basando en ellas todo nuestro sistema educativo. Elegimos, de este modo, el camino más cómodo; porque las pequeñas virtudes no encierran ningún peligro material, antes bien, resguardan de los golpes de la fortuna. Olvidamos enseñarles las grandes virtudes y, no obstante, las amamos, y queremos que nuestros hijos las tengan; pero confiamos en que broten espontáneamente de su ánimo, algún día futuro, considerándolas de naturaleza instintiva, mientras que las otras, las pequeñas, nos parecen el fruto de una reflexión y de un cálculo, y, por eso, pensamos que deben ser absolutamente enseñadas.
[…] No es que las pequeñas virtudes sean, en sí mismas, despreciables, pero su valor es de orden complementario, no sustancial; no pueden estar solas sin las otras, y solas, sin las otras, son un pobre alimento para la naturaleza humana.
[…] Además, lo grande puede contener a lo pequeño, pero lo pequeño, por ley de naturaleza, no puede en modo alguno contenea lo grande.[…] Y, en general, creo que se debe ser muy cautos en prometer y dar premios y castigos. Porque la vida raramente tendrá premios y castigos; en general, los sacrificios no tienen premio alguno, y a menudo las malas acciones no son castigadas, sino, al contrario, espléndidamente retribuidas en éxito y dinero. Por eso es mejor que nuestros hijos sepan desde la infancia que el bien no recibe recompensa ni el mal recibe castigo, y que, no obstante, es preciso amar el bien y odiar el mal; y de esto no es posible darninguna explicación lógica.»
(Natalia Ginzburg, Las pequeñas virtudes)

martes, 17 de julio de 2012

Cajas....

"...Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato." (Rayuela.Julio Cortázar) 


 Y cajas, muchas cajas o una caja......los niños saben bien llevar a la práctica el slogan: "LA IMAGINACIÓN AL PODER". Crear y jugar son derechos fundamentales que muchas veces quedan olvidados en algún rincón del estilo de vida pragmático y en lo cotidiano. Las criaturas viven en una constante aventura creativa. El mundo es un espacio que se abre como una caja de sorpresas y los hace reaccionar de múltiples e insospechadas maneras. Ellos traen una  inclinación natural por la exploración, la necesidad de comprender, adaptarse y participar. Ante el encuentro con los estímulos de su entorno natural intentarán tocar, ver, oler, probar. Cada experiencia se transforma en una experiencia única para aprender y obtener información y además, les proporciona emoción y alegría. 
Es posible diferenciar cuando un niño ha accedido a este tipo de experiencias o cuando ha carecido de ellas, es en este sentido en el que la participación de los adultos(padres y educadores) habilitando o no esa posibilidad puede marcar la diferencia.


Estimular a un niño para que desarrolle su potencial creativo le ayudará convertirse en una persona con mayores recursos prácticos para adaptarse al medio en que vive.Si sus inclinaciones han sido respetadas sentirán confianza hacia sus padres y por lo tanto podrán expresar tanto sus necesidades, deseos y anhelos como sus temores y frustraciones, al mismo tiempo que van aprendiendo a resolver por si mismos situaciones cotidianas.



The Adventures of a Cardboard Box from Studiocanoe on Vimeo.

"Vale la pena mantener la posibilidad de jugar con los juguetes nuevos, como así también dar rienda suelta a la imaginación, la exploración y la creatividad que ofrecen los embalajes,para los niños puede ser tanto o más importante el continente que el contenido.Jugar con cajas, especialmente cuando el cuerpo entero puede entrar en ellas, es de las experiencias lúdicas más apasionantes en la vida de un niño. Es como volver por un instante al vientre materno, sentirse en un refugio , crear un espacio propio. Una caja para un niño simboliza un continente, la
vuelta al útero, cálido, protegido, oscuro. Invita al misterio y la exploración, a la imaginación, a los secretos y a la fantasía.
Una caja en manos de un niño , puede ser un coche, una casita, una cama o un castillo...pero también puede ser las cuatro cosas a la vez mientras juega y va transformándolo en lo que necesita según la evolución de la historia.¿Conocen algún juguete que permita transformarse y servir para ser tantas cosas a la vez?
En síntesis: la caja es lo que el niño desea que sea en cada momento del juego. Pocas cosas permiten tantas posibilidades en manos de un niño".(Bronstein,V.)

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viernes, 8 de junio de 2012

Temps de deures i avorriment...

S'acosta el final de curs i es fa oportú reflexionar respecte a  l'avorriment i els deures.
Són dos temes que poden o no anar vinculats, però tant un com l'altre preocupen sobretot als pares.
Cada qui podrà treure les seves conclusions i segurament es despertaran sentiments ambivalents si veiem aquest vídeo.







Aburrimiento del latín: ab- prefijo «sin», horrere «horror» 




Potser podrien ser repensades algunes qüestions :
  • De vegades pensem que els hàbits ja s’han de tenir, quan en realitat cal crear-los, és esforç i constància. Els deures són un hàbit.
  • Per exemple,és important que el lloc d’estudi del nen/a sigui sempre el mateix ja que això implica que l’infant ja es va preparant mentalment per aquesta tasca. La taula ha d’estar ordenada, amb llum, sense distraccions.
  • S’ha de donar l’espai als nens de fer el trànsit de desconnectar de l’escola i tornar a connectar amb els deures. És important pactar amb ell/a el temps que s’hi dedicarà, el moment... de cara a que aprengui a organizar-se i sigui més autònom.
  • Un error freqüent que cometem els pares és assumir com a propi les responsabilitats dels nens. Fer deures –i fer-los bé- és la seva responsabilitat, ells n’hauran de respondre davant la professora. D’aquesta manera transmetem al nen/a la nostra confiança envers ell/a. Això no vol dir que ho faci tot sol, l’acompanyament hi ha de ser sempre que ho demani.
  • Quan hi ha nens que de manera sistemàtica no volen fer els deures, cal plantejar-se la pregunta: què està passant? Què ens vol dir?  Què està vivint? Normalment els hi agrada aprendre, quan això no passa... quina dificultat hi ha?
  • Els pares no han de ser els professors de reforç. No és el seu paper seure tota l’estona al seu costat sinó acompanyar des de la distància





Em resulta significativa aquesta perspectiva que comenta l  l'Alfie Kohn , autor del llibre"Contra los deberes escolares" durant una entrevista.


" Los deberes son muy desagradables tanto para los niños como para las familias, entonces parecen ser puro esfuerzo y cero gratificación.  Creo que el efecto más perturbador es que la falta de interés de los niños por las tareas los lleve a adoptar una actitud negativa hacia el colegio y el aprendizaje en general.Diría que las tareas son el principal extinguidor de la  curiosidad infantil.Queremos niños completos que se desarrollen social, física y artísticamente y que tengan también tiempo para ser niños
Entonces ¿por qué los profesores siguen dando tantas tareas?
 La explicación que doy es que mucha gente, a veces incluso los profesores, no entienden realmente cómo funciona el aprendizaje y no se dan cuenta de que obligar a los estudiantes a hacer ejercicios de matemáticas o de vocabulario no los lleva a pensar más en profundidad o a entender. Lo único que hace es generar comportamientos automáticos.

-¿Y cómo funciona el aprendizaje?

 Tiene que ver con organizar lecciones alrededor de problemas, preguntas y proyectos, más que en torno a hechos que se pueden olvidar, habilidades aisladas y disciplinas académicas separadas. Implica tener estudiantes en una comunidad democrática de aprendizaje que tengan la responsabilidad de diseñar proyectos para responder preguntas con sentido sobre el mundo. En ese proceso llegan a adquirir la capacidad de entender distinciones y conexiones. Adquieren un conocimiento que tiene sentido y que no consiste simplemente en la repetición de habilidades o en grabar en su cerebro fechas y definiciones. En ese momento es cuando uno entiende como los niños aprenden y llegan a disfrutarlo.
El problema dice Kohn es que además de los profesores, muchos padres tampoco se convencen de eso. Y surge entonces un círculo vicioso, porque los docentes se sienten obligados a mandar a los niños de vuelta a la casa con deberes para que los padres no reclamen."





lunes, 21 de mayo de 2012

Los porqués del adolescente

Los porqués del adolescente

Se levantan tarde, comen a deshoras, lo cuestionan todo, pasan de la apatía a la ira en segundos¿ Son los adolescentes. Convivir con ellos no suele ser fácil, pero conocer los profundos cambios físicos, psíquicos y sociales que experimentan y cómo les afectan puede ayudar a entenderlos mejor

ES | 18/05/2012 - 08:14h
¿Por qué quieren dormir hasta tarde?
Una queja frecuente de los padres sobre sus hijos adolescentes es que siempre les parece pronto paraacostarse y pronto para levantarse. “Se queda despierto hasta las tantas y por la mañana no hay quien le levante”, se lamentan. Núria Curell, pediatra y responsable de la unidad de adolescentes de USP Dexeus, explica que el reloj del sueño se retrasa en la adolescencia. Hay estudios que prueban que la melatonina, la hormona que induce el sueño, se segrega cada vez más tarde a partir de la pubertad y por eso muchos chavales tienen problemas para conciliar el sueño si se van pronto a la cama. Y van retrasando la hora de acostarse sin poder posponer la de levantarse, lo que hace que duerman poco, que acumulen cansancio –y con frecuencia irritabilidad–, y que a muchos les resulte duro despertarse.
También influyen factores medioambientales. Es frecuente que los adolescentes pasen muchas horas ante el ordenador y las videoconsolas, con luz artificial, y eso disminuye la cantidad de melatonina segregada, así que no sienten la necesidad de ir a dormir.
¿Por qué comen de forma impulsiva o a deshoras?
“Puede tomarse un paquete entero de galletas sin pestañear”. “Se acaba la caja de cereales en dos meriendas”. “No puede pasar por la cocina sin abrir la despensa o la nevera en busca de algo para picotear, aunque acabemos de comer”. “Come más que su padre”. “Se bebe dos litros de refresco de una sentada”. Estas frases dan muestra de algunos de los anárquicos y con frecuencia impulsivos hábitos alimentarios que caracterizan a muchos adolescentes. El apetito desmesurado y la ingesta de alimentos de preparación sencilla, consumo fácil y saciedad inmediata es un rasgo muy típico de esta etapa. La doctora Curell explica que en la adolescencia se realiza aproximadamente el 25% del crecimiento total –con estirones de 8-12 centímetros al año en la etapa puberal– y se gana el 40% o 50% del peso definitivo. “Hay unincremento muy importante de la masa corporal en esa etapa; los chicos duplican su masa muscular y las chicas su tejido adiposo, así que aumentan sus necesidades energéticas y es normal que tengan mucho más apetito”, comenta. Y precisa que, de media, las chicas pasan de necesitar 2.071 calorías a los 9-13 años, a requerir más de 2.300 a los 14-18, y los chicos de 2.200, a más de 3.100. “Tienen hambre y el cuerpo les pide energía, hidratos de carbono y azúcar, y se inflan de cereales y cosas así”, señala. Y es esa gran necesidad de energía la que provoca que estén queriendo comer casi constantemente. Los especialistas aseguran que los adolescentes necesitan un aporte extra de algunos nutrientes, como calcio, hierro, zinc o magnesio. “En torno al 45% de la masa ósea de un adulto se forma en la adolescencia, así que necesitan mucho calcio y ejercicio físico para estimular el crecimiento de los huesos y fortalecerlos”, apuntan. A este respecto, Curell alerta sobre el consumo de refrescos con gas, muy habitual a esas edades: “El ácido carbónico dificulta la absorción del calcio, así que si abusan de esas bebidas pueden tener problemas de densidad ósea”.
También es frecuente que los adolescentes estén faltos de hierro debido al aumento de su masa muscular y de su volumen sanguíneo, por lo que necesitan tomar alimentos ricos en este micromineral (verduras verdes, carne magra, frutos secos…) para evitar problemas decansancio, de bajo rendimiento escolar o mareos, más frecuentes en las chicas debido a la menstruación pero que también afectan a los varones.
También están más expuestos a modas alimenticias pasajeras, suelen saltarse algunas comidas (muchos el desayuno, porque se levantan dormidos y con la hora justa para ir al instituto) y desarrollan hábitos alimenticios irregulares, ya que comienzan a salir más con amigos y comen snacks, fast food y refrescos con mayor frecuencia. Y como también empiezan a quedarse solos en casa, eligen comidas de preparación sencilla y consumo fácil, comohamburguesas o bocadillos, y abusan de chuches y precocinados, perjudiciales por su alto contenido en colorantes y aditivos. Estos desequilibrios pueden contribuir a la sensación de cansancio que muestran algunos, aunque el riesgo más grave es que la preocupación por su cuerpo y por agradar a los demás, unida a desequilibrios emocionales o falta de autoestima, desencadenen trastornos como anorexia o bulimia.
¿Por qué son destartalados?
“Uno diría que hasta le cuesta andar”; “está muy torpe, se le caen las cosas de las manos”. Latransformación física que viven los adolescentes es tremenda: crecen mucho (y no siempre de forma armónica), a las chicas les crecen las mamas, ellos se vuelven peludos, se ensanchan las caderas, la cara se llena de granos… “Son muchos cambios y muy rápidos; crecen a estirones, primero las piernas y al cabo de un tiempo el tronco, y no es fácil acostumbrarse al nuevo tamaño ni la nueva fuerza; es como cuando cambias de coche, de ordenador o de cubiertos, que no los manejas igual, que los movimientos han de ser controlados y reajustados por las neuronas y se necesita un periodo de adaptación”, justifica Manuel J. Castillo, catedrático de Fisiología Médica en la Universidad de Granada.
¿Por qué pasan tantas horas en el baño o ante el espejo?
Además de acostumbrarse a su nuevo aspecto físico, el adolescente necesita aceptarlo, asumir su nueva talla, su nuevo peso, sus nuevas facciones. Y en esa opinión pesa mucho laaceptación y valoración que recibe de sus amigos y las parejas potenciales. “El niño se valora por reflejo de quienes le quieren, se mira en el espejo de los padres y de los profesores, que son un entorno poco crítico; en cambio, el adolescente se mira en el espejo de sus compañeros y compañeras, que le pueden ver con aprecio o sin él, así que le importa mucho su aspecto y se esfuerza por cuidarlo para ser aceptado y admirado”, explica Castillo. Y añade que, para conseguirlo, pone en marcha un proceso de ensayo y error sobre su peinado, su ropa, su forma de moverse, su agilidad, su musculatura… que a menudo se traduce en horas de pose ante el espejo. Susana Cañamares, psicóloga de la unidad de adolescentes de USP Dexeus, asegura que “los adolescentes muestran una preocupación excesiva por su cuerpo porque no se reconocen; se miran y dicen ¿quién soy?, y no siempre se gustan”. Y añade que el hecho de encerrarse horas en el baño también tiene que ver con la necesidad que sienten de distanciarse y aislarse de los padres, así como de descubrir su cuerpo y su sexualidad.
¿Por qué se aíslan en su habitación?
“Se pasa el día encerrado en su cuarto, en su mundo, y no quiere saber nada del resto”. “Se pone los cascos con su música y olvídate de que existe”. El aislamiento del resto de la familia es uno de los rasgos comunes de los adolescentes. “El día que encuentras la puerta de la habitación de tu hijo cerrada es que ha entrado en la adolescencia”, indica la psicóloga Susana Cañamares. Los pediatras Gloria Cabezuelo y Pedro Frontera, autores de El desarrollo psicomotor. Desde la infancia hasta la adolescencia (Narcea Ediciones), explican que “hay un periodo de introspección y timidez, sobre todo en la adolescencia temprana y media, en el que se ensimisman, pasan horas en su cuarto y reflexionan sobre sus cambios y experiencias para conocerse mejor; y pueden resultar hoscos e insociables si creen que los padres se meten en sus cosas”. Mario Izcovich, responsable del grupo de investigación en adolescencia del Col.legi de Psicòlegs de Catalunya, explica en su libro Tiempo de transformación (12-15 años) (Síntesis), que en esta etapa los hijos se recluyen en su habitación para establecer límites claros de separación de sus padres, porque psicológicamente necesitan diferenciarse de ellos para iniciar su propio camino, para definir y reafirmar su personalidad, y a veces precisan evidenciar físicamente ese distanciamiento.
¿Por qué dan golpes y portazos?
“El adolescente tiene una gran energía vital, y la manifiesta dando saltos y portazos, gritando, bailando con la música a toda pastilla o haciendo deporte hasta la extenuación; siempre tieneprisa, horarios anárquicos, come rápidamente y se levanta antes de que los demás acaben porque ha quedado o tiene cosas que hacer…”. La descripción de los doctores Cabezuelo y Frontera resume bastante la experiencia de muchos padres de adolescentes, que con frecuencia se quejan de una convivencia “imposible”. El psicólogo y psicoanalista Mario Izcovich asegura que esta rebeldía, este negativismo hacia todo lo que tenga relación con los padres –sea ordenar la habitación, ducharse o hacer las tareas escolares–, es una forma de decir “aquí estoy yo”, porque construyen su personalidad por oposición y negación del otro. “En otras épocas se relacionaba la rebeldía con una ruptura ideológica respecto a los padres, con la reclamación de libertad, pero hoy no hay tanta rebeldía ideológica, es más la oposición por oposición para diferenciarse; algunos la manifiestan a gritos, otros con pasotismo o no hablando, porque no todos los adolescentes ni adolescencias son iguales”, comenta.
Manuel J. Castillo cree que también hay causas físicas en este gritar y tratar de imponerse a los padres: “Se sienten grandes, más fuertes y con más argumentos, y su cerebro es más impulsivo, quieren conseguir lo que desean a cualquier precio y tienen menos desarrollado el freno a las respuestas inapropiadas”. Y comenta que las resonancias magnéticas muestran que a esas edades hay menos actividad en las zonas del cerebro que modulan los impulsos y controlan el no hacer lo que a uno le apetece en cada momento.
¿Por qué son tan impulsivos e impacientes?
El catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada vincula la impulsividad de los adolescentes con sus alteraciones hormonales, que les hacen más arriesgados, con menor capacidad para prever las consecuencias de sus acciones. Explica que los mayores niveles de testosterona y estrógenos favorecen la liberación de dopamina, un neurotransmisor implicado en la pulsión por la recompensa que provoca que el adolescente se decante por la ganancia inmediata y no esté dispuesto a esperar para conseguir lo que desea aunque esperando que la recompensa fuera mayor. “A esa edad, lo que quieren lo quieren ahora mismo, y luchan por ello, por eso discuten tanto con los padres”, comenta Castillo. Y añade que en las resonancias se observa que las áreas cerebrales que modulan los impulsos y permiten no hacer lo que apetece en cada momento en los adolescentes se activan más si hay recompensa. “Tú le dices a un chaval de 14 años ‘ordena tu cuarto’ y no se activan las áreas cerebrales para hacerlo, así que no lo hace porque se le olvida; en cambio, si le dices ‘si ordenas tu cuarto puede venir tu amigo a casa’, como hay recompensa no se le olvida y lo hace”, ejemplifica.
¿Por qué tienen tantos altibajos?
“Tan pronto está loco de contento como dice que es el más desgraciado del mundo”. “Un día está espídico y te cuenta su vida y otros días no le puedes preguntar ni cómo se encuentra”. Los altibajos emocionales y las contradicciones son otro de los rasgos que observan los padres. Gloria Cabezuelo y Pedro Frontera aseguran que son el precio que pagan los adolescentes para edificar su propia personalidad diferenciada y convertirse en adultos: “Buscan su propia identidad personal, sexual y hasta moral, y en ese proceso indagador, como aún no tienen una estructura psíquica estable, son muy vulnerables y muy sensibles a influencias y acontecimientos externos, que pueden herirles si son desfavorables”.
El psicólogo y psicoanalista Mario Izcovich vincula estos cambios de humor con el duelo que hace el adolescente por la pérdida de su infancia: “La adolescencia es el proceso para pasar de niño a adulto; el mundo del adulto atrae, resulta interesante, y por eso piden ser tratados como mayores; pero también tienen momentos de reivindicación infantil en los que echan de menos su infancia, su cuerpo de niños, sus juegos o su relación con los padres, y hacerse adultos les da miedo o les incomoda; de ahí sus contradicciones”.
Susana Cañamares asegura que estos altibajos tienen que ver con que el cerebro no madura de forma armónica ni al unísono. “Primero se desarrolla el sistema límbico, que es el que tiene que ver con las emociones, y después la corteza prefrontal, responsable del funcionamiento ejecutivo, el control, la autorregulación y la toma de decisiones; ese desequilibrio provoca que en los primeros años de la adolescencia los chavales tengan una emotividad muy alta, que vivan los problemas con mucha intensidad y tengan muy desarrollada la búsqueda desensaciones, y que sean poco capaces de controlarlas o de planificarse y a veces incurran en conductas de riesgo”, explica. Castillo agrega que los cambios hormonales que experimentan también tienen que ver con esta mayor reactividad emocional, con que sean más sensibles a ser aceptados o rechazados, a sentir felicidad o tristeza, a pasar del amor al odio. “Son más sensibles a las emociones porque la dopamina, en exceso, crea inestabilidad y humor cambiante”, resume.
¿Por qué cuestionan todo?
“¿Quién decidió que no se puede silbar en la mesa? ¿Y qué hay de malo en poner los codos?”. Un día son los modales en las comidas y otro las decisiones políticas. La cosa es cuestionar. “Los adolescentes lo cuestionan todo porque en esa etapa se desarrolla su pensamiento abstracto y eso les da mucha más habilidad para argumentar y para pensar simbólicamente, y tienen una expresión verbal perfeccionada, así que se ven con argumentos para todo”, explica Susana Cañamares. Cabezuelo y Frontera subrayan que “la intensa activación cerebral hormonal hace que muchos adolescentes experimenten un aumento espectacular de su capacidad de aprendizaje, de crear, de tener ideas brillantes; pero su capacidad intelectual está muy influenciada por sus emociones, para bien y para mal, y sólo les interesa lo que les motiva o les gusta”.
¿Por qué influyen tanto sus amigos?
Mario Izcovich explica que la adolescencia es el proceso por el que los hijos abandonan el grupo familiar, ese núcleo de protección y cuidado, para salir a la sociedad, para situarse en el mundo, y en ese trayecto la pandilla de amigos supone una transición, una especie de colchón para atenuar el miedo que provoca el mundo exterior. “Los cambios que viven, el hacerse mayores, les provoca temor e incertidumbre sobre su identidad, y por eso identificarse con un grupo, experimentar con iguales, hace que se sientan acompañados en el proceso de ganar autonomía”, dice.
Manuel J. Castillo opina que la influencia que ejercen los amigos tiene que ver con que deja de percibirse sólo por cómo se ve él o quienes le quieren y se mira en el espejo de sus compañeros, y pasa a ser muy importante ser socialmente aceptado, apreciado y admirado por el grupo. “Lo que más motiva al adolescente, lo que más disfruta, es estar con los amigos, y la valoración de estos le influye mucho, así que busca su aprobación, que es su principal recompensa y estímulo, y uno de los factores que favorecen la liberación de dopamina, el neurotrans­misor que eleva la pulsión por la recompensa, la búsqueda de novedades, y el comportamiento consu­matorio: quiero algo, voy a por ello, lo tengo y lo agoto, se den o no las circunstancias para ello”, resume.

http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20120518/54294028202/los-porques-del-adolescente.html

sábado, 5 de mayo de 2012

Entre la "pastilla" y la palabra.....

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Aa83_NQw_kI

La desatención es una de  las manifestaciones conductuales por la que más se consulta en la actualidad. 

Partiendo del supuesto hipotético de que no existen niños escolarizados que no atiendan en absoluto. La cuestión es indagar dónde ubican su atención los niños desatentos. Luego, será necesario analizar qué le sucede a cada uno de estos niños que no encuentran otra manera de manifestar su sufrimiento que no sea el desborde, la desatención y/o la hiperactividad. 

Desde esta posición teórica, se entiende al niño como un sujeto en proceso de constitución psíquica y a la atención como una función yoica entramada en un campo intersubjetivo, relacionada con la percepción, la conciencia y el examen de realidad. Contextuados en este marco teórico, los trastornos en la atención se vinculan con la dificultad para investir libidinalmente determinada realidad o para inhibir procesos psíquicos primarios angustiosos (Janin, B., 2004). Si la atención es investidura, podríamos plantear que hay diferentes tipos de atenciones y de desatenciones

 En relación con los niños que no pueden atender, en ciertos casos podrá haber un sustrato neurológico comprometido, pero en todos ellos habrá un monto de sufrimiento que impediría la ligazón de fragmentos representacionales como proceso de investidura lograda y de inscripción historizada. En cambio, si solo se ve un conjunto de signos que es necesario acallar o reentrenar, es probable que se pierdan oportunidades únicas en el proceso de cura, para la elaboración psíquica de aquello que genera las condiciones de patologización. 

Se hace oportuno traer a la reflexión que idea subyace de lo que es la infancia y que se espera de los infantes según la época: 
 • Solemos pensar la infancia desde la idea que hemos construido, a lo largo de la propia vida, sobre lo que es un niño: representación forjada en base a la conjunción de lo que nos han transmitido, de las propias vivencias y de lo que la sociedad propone como modelo de niño. Pero esta representación de lo que se supone que debe ser un niño, de los niños ideales, choca contra los niños reales, de verdad, con los que nos encontramos cotidianamente. Y esto trae dificultades. 
• Un niño, en principio, es un sujeto en constitución que es parte de un mundo familiar, escolar, social. Y hay diferentes culturas, y diferentes espacios para el niño en cada cultura. • Hoy existe una exigencia desmedida en relación a qué debería hacer todo sujeto en los primeros años de su vida. Así, se supone que debe poder incluirse en una institución a los dos años, debe aprender a leer y a escribir antes del ingreso a la educación primaria y además debe soportar 7/8 horas de escolaridad y debe estar gran parte de esas horas quieto, atento y respetando normas. 
• Y no hay tiempo de juego. Suele haber espacios reglados para el juego, en momentos y espacios delimitados, pero no para jugar, libremente, solo o con quien se quiera jugar, sin adultos que reglen esa actividad. 
• Frente a esto son muchas las situaciones en las que los niños rompen lo esperable, rompen con ese ideal de niño. 
• Por otro lado, me parece que, en la época actual –que no es seguramente peor que otras pero tiene características específicas-solemos lanzar a los niños a una excitación excesiva, sin sostén y sin posibilidades de metabolizar a través del juego lo que les pasa.